Este año el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) declaró Santuario de la Naturaleza a tres humedales costeros y dos lagos ubicados en Chiloé, con el objetivo de proteger su biodiversidad y servicios ecosistémicos. Los humedales son Bahía Curaco de Vélez, Bahía de Quinchao y Putemún. Y los lagos, Huillinco y Cucao.
Los tres humedales se encuentran al este de Chiloé y a pocos kilómetros de Costa Curaco y La Fronda, nuestros campos en la Isla Quinchao y Península de Rilán, respectivamente. Y los Lagos Huillinco y Cucao -los más grandes de Chiloé-, están en la comuna de Chonchi, desembocando en la costa oeste de la isla grande.
Los humedales suman 311,5 hectáreas protegidas y albergan a más de 100 aves. Entre las endémicas se encuentran el cisne de cuello negro, pato jergón chico, pato real, queltehue, pilpilén, gaviota dominicana, gaviota cahuil y pato quetru no volador. Y entre las migratorias, el flamenco chileno, zarapito de pico recto, zarapico común, playero blanco, playero de Baird y chorlo, entre otros.
La zona de los lagos suma 3.030,6 hectáreas, donde se pueden encontrar más de 80 especies de aves, mamíferos como el pudú, huillín, coipo, monito del monte, quique, guiña, zorro de Chiloé y más. Entre la flora destacan el alerce, mañío de hojas punzantes, coihue de Chiloé, tepú, avellano y coigüe.
Los santuarios de la naturaleza no solo son relevantes para el turismo de naturaleza, sino también para el científico. Cabe destacar que al ser áreas protegidas no se pueden emplazar proyectos, obras o actividades que puedan generar un impacto ambiental en su interior o proximidades, sin someterse al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. Tampoco se pueden iniciar trabajos de construcción o excavación, ni desarrollarse actividades como pesca, caza, explotación rural o cualquier otra actividad que altere su estado natural, sin la autorización del Consejo de Monumentos Nacionales.